Pómez
Papá Noel puede no existir,
Papá Noel puede vivir en la sorpresa
no de lo esperado,
sino de lo que repta en su faz aterradora:
el malentendido entre el deseo y lo posible.
¿Es una piedra pómez un regalo?
El deseo barranca hacia el consuelo:
Un meteorito que voló a mi terraza.
Eso me dijeron ante la cosa.
El desconcierto cooptaba lo posible.
Uno es grande, entiende:
lo posible es germen
del deseo luego.
La farsa participa del amor y del regalo.
Supe, al tiempo, que esa maestra de La Matanza
que no quería ni más ni menos
era una tía abuela y había comprado
para mí
la piedra pómez.
Me ilusioné: un souvenir de la infancia imposible.
La tía se vistió de Papá Noel
para siempre.
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