miércoles, 29 de junio de 2011

Estancado



Gripe, doctorado, frío, laburo, resfrío, cenizas, sirenas y más laburo...No abandonemos el mar

martes, 21 de junio de 2011

Olas agitadas

El agite de una tabla resulta imposible hasta para la imaginación. La ola puede tener problemas, puede y de hecho puede tenerlos. Tanto es así que están por descubir la memoria del agua. Si es que se puede decir descubrir. En algún mejor caso, sería un descubrimiento del humano. La memoria líquida, gaseosa, sólida. Qué pensamientos tendrá el agua, los mismos que el mío. O, en las clases de inglés uno descubre (y eso sí es un descubrimiento) que el agua es incuantificable. Una agua, dos aguas, tres aguas, dice el mozo. La agitación, que va y vuelve sin llegar a su límite, a su caída, sino que vive en permanente tensión con eso que no puede decir, que no puede vivir, que no puede imaginar. El silencio.
La vida en la ciudad. El silencio de una elección que para no empezar por el futuro, sino por un porvenir pasado. Es decir, seguimos como estamos. Esperando que la onda cambie. Basta de decir. ola. La publicidad oficial abandona las marquesinas (palabra que me prometí a mí mismo nunca escribir, pero que ahora escribo como homenaje a ese falso poeta tallerista del rojas, mejor dicho, como falso homenaje). Sigamos. Abandona las marquesinas porque la vida es una posesión.
Quiero volver a escribir y dejar este camino de oficios mediocres que interfieren, que complican el mundo de significantes y piquetean el mundo del sentido.

jueves, 16 de junio de 2011

Diez mil emociones

lunes, 13 de junio de 2011

Buhos

En los viajes, uno se va cruzando con personas que te dicen lo que estabas esperando. Buhos, les decían, les digo. O puertas que se abren en nuestra mente. Este poema, fue un buho.


Teoría de las puertas
Luis Vidales.

Soy alguien dado a investigaciones científicas. Últimamente he descubierto una teoría del equilibrio.
Ante todos los sabios del mundo yo siento mi teoría del equilibrio.
Cuando una puerta se abre, la puerta equidistante, al otro lado del mundo, se cierra irremisiblemente.
Por esto —y todos lo hemos visto— de golpe, las puertas se cierran solas.
El día que todas las puertas se abrieran a una vez, el mundo quedaría lleno de huecos y el viento se entraría en ellos y se llevaría la tierra por los espacios ilímites.

sábado, 11 de junio de 2011

Salta again


Después de las cenizas, back to jump

El silencio

El silencio de Casandra puede pensarse en oposición al lógos o como complemento del discurso mántico. En cualquiera de los dos casos, la interpretación necesita superar las palabras que no dice Casandra para comprenderlas a partir del funcionamiento de la obra, en especial de la escena que comparte con Clitemnestra. El silencio de Casandra se niega al diálogo con Clitemnestra, quien en Agamenón se muestra como un personaje que maneja y manipula la palabra. Ese silencio elude la actitud tiránica de Clitemnestra y le hace creer que Casandra no comprende la lengua griega (A.A.1050-1052). Esta resistencia dará lugar a la posterior revelación de la profetisa cuando irrumpa con su discurso verdadero y mántico en un palacio dominado por la manipulación informativa y la censura. Este lógos revelador, en prospectiva, es la base que habilitará el otro lógos ateniense y ciudadano de Euménides. Es decir, el silencio de Casandra genera las condiciones para que aparezca “la verdad” al no habilitar las maniobras discursivas de Clitemnestra. Ello conducirá, a la postre, al establecimiento de un diálogo ciudadano que derroque el poder tiránico. Podría concluirse, entonces, que el dispositivo de enunciación de Casandra mentado por Esquilo envuelve varias características sostenidas tanto desde la construcción dramática como desde la tradición a la que remite, y que ellas incluyen al silencio como un elemento “a-significante” significativo, estrategia escénica de la que, como fue mencionado, en el corpus trágico conservado no quedan tantos registros.

Derecho laboral

derecho ballenil

miércoles, 1 de junio de 2011

Salta salta salta