martes, 12 de abril de 2011
Milena
lunes, 4 de abril de 2011
Fin de la curiosidad
Las últimas que se van, van con la noche:
¿La realidad imitará finalmente a la teoría, tal como ocurrió en los mercados financieros? La respuesta dependerá de si estamos preparados para seguir siendo modernos en el futuro, para un futuro que, como construcción de una especie particular de nicho, necesita de la ambivalencia como recurso cultural.
domingo, 6 de marzo de 2011
Las claves de la curiosidad
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παγκοσμιοποιηση: globalización, en el idioma de Platón
viernes, 15 de octubre de 2010
domingo, 4 de julio de 2010
Sigamos brindando
Acá, la nota en Ñ de ayer. Por Daniel Molina.
Cuando el arte decidió reinventarse
En Teoría de la vanguardia, un libro de 1974, ahora reeditado, Peter Bürger analizó las primeras dos décadas del siglo XX, que inauguraron "otra forma de pensar y hacer arte". El debate abierto por ese texto permite pensar hoy un campo téorico nuevo, de las neovanguardias a la cultura web.
En la versión impresa, hay un breve pasaje de la traduc...
jueves, 27 de mayo de 2010
Viva la vanguardia!

La ilustración es de Beto Martínez, muy groso.
La traducción de Tomas B.
Ah, y el texto de un tal Peter Bürger, Teoría de la vanguardia.
sábado, 8 de mayo de 2010
10 pe.
En todos los puestos de diarios ya está el Martín Fierro (edición Bicentenario del Diario Crítica). 10 pe. para la mochila del niño proletario, para el changuito de la abuela.
Agradezco al amigo Hernán M. que me invitó a escribir un breve prólogo (no me dieron más lugar, temían mi grandísima tesis sobre el MF). Asterisco: Esperemos que el diario Crítica pague a sus empleados.
Prólogo
Porque yo penando vivo, vine a este mundo a cantar y cantando me han de enterrar. A estas frases de Martín Fierro podríamos agregar el de perdurar siendo leído. Resumirían el devenir del héroe creado por José Hernández en una pieza de hotel allá por 1872. Desde El Gaucho Martín Fierro, el cantor tuvo un andar mítico por la cultura argentina. No sólo la venta de miles de ejemplares fue inusual para su época, sino que también en La vuelta de Martín Fierro (1879) el gaucho ya se sabía libro. En el prólogo a esta segunda parte, el escritor, que le pidió protección a su amigo Zoilo Miguens para el “pobre” primer Martín Fierro, ahora se dirige a los lectores reivindicando la moral gaucha. Asume la relevancia de su creación y, sin estimar la repercusión para las generaciones futuras, renueva el debate sobre la identidad argentina. Mimetizándose con la carrera política y periodística de Hernández, Martín Fierro dice de su cantar que no es divertimento. Él canta opinando. Así, recorriendo las pulperías pampeanas, este gaucho convierte su voz en tribuna.
Trae liciones el tiempo con sus mudanzas. Martín Fierro es llevado a la frontera por la ley y, al regresar, no encuentra ni su rancho ni a su familia. Todo es pérdida. En La Vuelta, en cambio, recupera a sus hijos y les hereda su saber. Al despedirse, convinieron “mudar” de nombre. En ese momento, Martín Fierro deja el personaje y pasa a vivir en esa polémica de lo argentino. Ingresa al panteón de los héroes patrios sin realizar grandes campañas ni gobernar ningún territorio, sino reflejando las penas de una población sin representación. Por ello, antes y después 1910, fue tomado como bandera, tanto por la revista anarquista de Ghiraldo como por aquélla en la que participaron Borges y Marechal. Mientras Rojas promovía su canonización como poema nacional, para Lugones formaba el espíritu argentino. En el Bicentenario, su lectura nos remite a los debates de su publicación y a las reflexiones posteriores. Si Martín Fierro sigue refundando lo argentino en la actualidad, es porque aún quedan penas por denunciar.
lunes, 19 de abril de 2010
lunes, 5 de abril de 2010
V(i)centenario
Aquí me pongo a cantar,
al compás de la vigüela
que al hombre que lo desvela
una pena estrordinaria,
como el ave solitaria
con el cantar se consuela.
Contrarreforma de Martín Cartón
Aquí me pongo a chantar
Al pedir de la cerveza,
Que el hombre que lo despierta
Una bocina estraordinaria
Como la rata solitaria
Con el maullar se consuela.
Pido a punteros del gobierno
Que compren mi pensamiento;
Les pido en este momento
Que voy a contar mi historia
Me sequen la memoria
Y quemen mi entendimiento.
domingo, 28 de marzo de 2010
A festejar
El angel de la historia
Página 12
Por Mariano Dorr
En el número 97 de ramona (revista de artes visuales) correspondiente a diciembre de 2009, José Fernández Vega reflexionó en torno de la muestra de buena parte de la obra de Warhol (Mr. América) que acaba de ser retirada del Malba. Para dar cuenta de las series tan típicamente warholianas, Fernández Vega hace referencia a Walter Benjamin: se trata de la capacidad técnica de la reproducción del arte y la consecuente pérdida del aura. Inmediatamente, en una nota al pie, celebra la nueva traducción –realizada en la Argentina– del texto de Benjamin, a cargo de Tomás Bartoletti y Julián Fava. Mucho se ha escrito sobre las malas traducciones disponibles del ensayo sobre la reproductibilidad técnica. Esta nueva traducción (directa del alemán) incluye tres textos indiscutiblemente clásicos: Para una crítica de la violencia, el ya aludido La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica y Sobre el concepto de historia, las geniales tesis de filosofía de la historia. Contiene también (bajo el título de Teorías de fascismo alemán) una reseña crítica de Guerra y guerreros, editado por Ernst Jünger. El prólogo de Ralph Buchenhorst (doctor en Filosofía por la Universidad de Viena, especialista en la obra de Benjamin) adelanta un tema común a los textos seleccionados: “la rígida intervención del fascismo en el mundo cotidiano”. En el ensayo sobre el narrador, Walter Benjamin escribió que –tras la Primera Guerra Mundial– aquellos que regresaron del campo de batalla “en lugar de retornar más ricos en experiencias comunicables, volvían empobrecidos”, enmudecidos. En Teorías del fascismo alemán Benjamin hace una crítica a la mística de la guerra, a la idea alemana de derrota como victoria interior (espiritual), al “paisaje del frente de batalla”: “Los autores hablan con gusto y énfasis de la Primera Guerra Mundial (...), casi nos hacen creer que el uniforme es para ellos la meta más importante, aquella anhelada de todo corazón”, escribe Benjamin. El fascismo lleva a cabo una transposición de la tesis del arte por el arte a la guerra. Esto mismo afirmaba el autor en el último párrafo del ensayo sobre la época de la reproductibilidad técnica de la obra de arte. A la estetización de la política que el fascismo practica –escribió entonces Benjamin–, el comunismo le responde con la politización del arte. Arte, historia y política se conjugan en el último ensayo de esta selección, Sobre el concepto de historia. Allí aparece el célebre ángel de Paul Klee: “Hay un cuadro de Klee llamado Angelus Novus. En él se representa a un ángel que parecería estar a punto de alejarse de algo que lo aterroriza. Sus ojos y su boca están abiertos de forma exagerada y sus alas, extendidas. Este debe ser el aspecto del ángel de la historia. Es el ángel que ha vuelto el rostro hacia el pasado”. Donde nosotros vemos una cadena de acontecimientos, el ángel ve una única catástrofe, ruinas sobre ruinas: “Este ángel querría detenerse, despertar a los muertos y reunir lo destrozado. Pero desde el Paraíso sopla un huracán que, como se envuelve en sus alas, no le dejará plegarlas otra vez”. Este huracán que arrastra al ángel hacia el futuro (que le da la espalda) es lo que llamamos progreso, dice Benjamin. Los cuatro ensayos aquí reunidos presentan a un Benjamin revolucionario y, al mismo tiempo, clásico. Ya no es posible pensar la dimensión política del arte sin Benjamin. La traducción de sus textos (y más aún, de aquellos que circulaban ya pero en malas traducciones) es también un modo de llevar a cabo una politización del arte, un acto benjaminiano, siempre contra el fascismo.
martes, 2 de febrero de 2010
Chismes de verano
Escuchen la crítica.
Héroes de Mesa Verde en Praga. Walter Benjamin entre la violencia, la política y la estética
Enero 27, 2010
En este episodio del segmento Héroes de Mesa Verde de Lo importante es otra cosa, Sebastián Ackerman y Martín Chiavarino recorren el patrimonio cultural de la capital de la República Checa, Praga, recordando algunos de los acontecimientos históricos que marcaron la vida política y cultural de esta ciudad.
En la columna literaria analizamos Estética y política, una compilación de cuatro de los textos más importantes de la obra de Walter Benjamin, editado por la editorial Las cuarenta: Para una crítica de la violencia, Teorías del fascismo alemán, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica y Sobre el concepto de historia.
“La obra de arte sólo tiene valor en tanto los reflejos del futuro la hacen temblar”. Andrè Breton
Gracias Santiago K. y Colectivo de Juegos
jueves, 10 de diciembre de 2009
Lobo suelto

Ni soberanos ni súbditos: portadores de una carta de buen comportamiento. Menos hacedores de un destino común que el resultado de una oscura máquina que asigna lugares, órdenes y jerarquías. –¿Una clasificación de lo real? –Desde luego, pero las taxonomías dejan marcas en la carne. Si se es lo que se hace y lo que se hace es vivir, entonces se es como se vive. Y, de este lado del Río de la Plata, se vive en la ciudad –la de las dos fundaciones, la reina– o en el conurbano, más allá de la General Paz o de este lado del Riachuelo, anudaditos en cordón y sin fecha de nacimiento precisa.
. . .
En el diagrama de la ciudad, visto desde la autopista o en el arribo mismo del tren, las estaciones muestran su fachada carnavalesca. Son espacios de tránsito travestidos en mercados, santuarios y piñatas de la limosna. Son porosidades de la piel que ensayan la hibridez de la carga. Pero, ¿quién se hace cargo de ese tránsito, de nuestras ilusiones? ¿Qué se cifra en el espejo astillado que cada día proyecta y arroja a miles de hombres y mujeres en la ciudad? Si el cargo tiene su origen en la identificación, ¿con quién debería identificarse la estación de tren? ¿Y los que se suben y bajan de los trenes? Ésos nos invaden, están por todas partes.
. . .
¿Quién es ciudadano, entonces? Quién se asume porteño en un espacio que no promete comunidad, sino que espera de nosotros exigencias consorcistas. Quién se identifica con las fachadas y las jetas que invaden la Ciudad. Quién se identifica consigo mismo. Pues, lo habitable huye de la Ciudad y del Conurbano. Se hunde en otro Río. En otras orillas. Se va al interior, quizás. Cruza el Atlántico, tal vez. No se trata de un Apocalipsis. Se trata de la pregunta por la habitabilidad. Dónde vivir. Dónde hacer. Dónde ser felices. Y los espacios nos presentan otras categorías, otras necesidades. Y nos dan otras respuestas, entonces; exigen de nosotros otras preguntas.
martes, 8 de diciembre de 2009
Sin orillas

Gracias a Julián Fava y al Río sin orillas que cedieron sus páginas para que escribiera algunos recorridos por el urbano y conurbano. No dejen de leerla.
viernes, 30 de octubre de 2009
miércoles, 21 de octubre de 2009
Mal tiempo

Dicen de Mal tiempo:
Je devais accompagner de jeunes espoirs français partis s’endurcir à Pinar del Río. Chaleur caraïbe, sessions d’entraînement intenses, riz-haricots noirs au menu, dortoir collectif... Le stage s’annonçait rude. Très rude. A trente ans, la fin de carrière approchait. Je le pressentais déjà.
Nourri de Conrad, Hemingway, Cormac McCarthy, David Fauquemberg, lauréat du prix Nicolas-Bouvier, installe ses personnages dans les feux du ring. Leurs corps, leurs mots, leurs actes tentent de défier un monde insensé. Mal tiempo…"
Para aceitar un poco el francés, acá, un fragmento de Mal tiempo.
Acá, la crítica de Le monde.
domingo, 4 de octubre de 2009
jueves, 24 de septiembre de 2009
Recibamos al redentor
