lunes, 6 de febrero de 2012
Las ballenas son ballenas y no otra cosa
lunes, 16 de enero de 2012
El tiempo
La experiencia temporal tiene un carácter subjetivo marcado, al igual que el resto de las experiencias, dado que, para la sensación del tiempo externo, no existe un órgano que se excite rítmicamente por estímulos externos. Por el contrario, el ritmo es creado por el órgano interno que enmarca los estímulos del propio cuerpo. Pese a esto, siempre se considera el tiempo como una propiedad objetiva del mundo exterior y se le atribuye una duración eterna.

jueves, 17 de noviembre de 2011
Justicia social

Esta semana se celebró Globelics, hubo muchas ballenas, que pensaban para qué la ciencia y la tecnología sin inclusión social.
A New Manifesto
What is needed is nothing short of a vigorous new critical global politics of innovation. As much as other areas of public life, the directions taken by innovation are a matter for legitimate democratic engagement and challenge.
This requires fundamental redistributions of attention, resources and power. The result will be a flourishing of a more vibrant and creative diversity of pathways – scientific, technological, organisational and social. It is only in such ways that human ingenuity may truly rise to the imperatives of poverty alleviation, social justice and environmental sustainability.
jueves, 25 de agosto de 2011
Presente actual, tiempo ahora
La ciencia es siempre histórica, en el sentido fuerte. Es decir, que se despliega dentro de condiciones muy variadas y muy variables que hay que escudriñar de cerca, para comprender, con un mínimo de exactitud, en qué sentido constituye un esfuerzo hacia el conocimiento.
Tuillier, “El saber ventrílocuo: cómo habla la cultura a través de la ciencia”.

En mi terapia académica, me encuentro divagando acerca de la ciencia argentina en la actualidad. Comunidad científica, programas estratégicos, nano y biotecnolgía. El futuro quedó en el pasado modernoso, no por el carácter de adelantado que pueda percibirse en el hoy, sino por la dinámica de construir presente arrasador, que no da lugar y atropella sin más cualquier conjetura.
lunes, 4 de julio de 2011
El mundo de las vibraciones y los sonidos
Desde las épocas más primitivas de la humanidad hasta el presente, el hombre ha manifestado sus emociones y deseos, sus angustias y alegrías, por los medios más variados, gestos, expresiones de su rostro, movimientos de todo su cuerpo, como saltos y contorsiones. Pero estas manifestaciones, que no son otra cosa que hechos concomitantes con sus distintos estados anímicos, no tienen, en conjunto, la eficacia poseída por otro medio de expresión: la voz. Desde los gritos guturales del salvaje primitivo, hasta las modulaciones y cadencias del canto más exquisito, existe toda una gama de expresión de los deseos, pasiones y sentimientos humanos. La voz posee recursos y matices que la hacen un medio de expresión de estados afectivos que no puede, prácticamente, ser sustituido por ningún otro. Y si de la expresión de sentimientos y pasiones pasamos a la de las ideas y concepciones intelectuales, es evidente que no existe ningún otro medio de comunicación directa de hombre a hombre que pueda sustituir, para esa finalidad, a la palabra.
La música ocupa un lugar prominente entre las bellas artes, elementos importantísimos de la cultura humana. Y ¿qué es la música? Es el estado actual, que ha alcanzado un desarollo extraordinario a través de una lenta evolución, de una manera de expresar el hombre primitivo, a veces sólo a sí mismo , su estado de ánimo, congoja o alegría, temor o tranquilidad, por medio de sonidos de su garganta, en un principio, y por sonidos arrancados a algún instrumento apto para ello.
Es evidente que la comunicación o simplemente expresión de deseos o estados anímicos por medio de sonidos es también usada por animales. El canto de los pájaros, los rugidos de las fieras, que nos llenan de deleite o de espanto, no son otra cosa que medios de expresión de esos seres vivos.
***
Breves y bellas palabras para describir la expresión primigenia de nuestro ser humano, el de hoy, el de siempre.
Los "posteriormente", "prácticamente", las aclaraciones insistentes "para esa finalidad", los giros cientificistas "es evidente". De ellos no se pudo despojar este hombre de las ciencias. No obstante, se avoca a la pregunta por el ser.
sábado, 11 de junio de 2011
El silencio
domingo, 29 de mayo de 2011
Domingos de superacción
domingo, 17 de abril de 2011
La otra orilla
Pierre Tuillier
ENTRE EL DIABLO Y EL BUEN DIOS
¿Por qué la "ciencia moderna" nació en Europa, en los siglos XVI y XVII? La cuestión es apasionante pero difícil y el libro que el historiador holandés de las ciencias, R. Hooykaas, le ha consagrado, nos recuerda una vez más la complejidad de la "revolución científica" . Como es obvio, las interpretaciones propuestas por los especialistas son numerosas y a menudo divergentes. Esto depende en parte de las lagunas de la información histórica, pero por cierto no sólo de ellas. Los conflictos, a veces violentos, que se manifiestan entre historiadores de las ciencias tienen una causa más profunda: sus desacuerdos sobre la naturaleza misma de "la ciencia". Es, por otra parte, una razón del interés de esos debates; lejos de ser puramente técnicos, involucran directamente la imagen que nos hacemos de la actividad científica y de su lugar dentro de la vida de la sociedad. No olvidemos jamás que a través de las sabias controversias sobre la civilización del Renacimiento son nuestras propias ideas sobre la cultura, el saber, el trabajo y la vida las que se ponen a prueba.
viernes, 25 de marzo de 2011
La curiosidad menor
François Jacob: “Lo que podemos suponer hoy no se volverá realidad mañana. Las transformaciones se darán de cualquier manera y el futuro será distinto de cómo lo creemos. Esto ocurre especialmente en la ciencia. La investigación es un proceso infinito del que nunca se puede decir cómo se desarrollará. La imprevisibilidad forma parte de la esencia de la aventura ciencia. Si se encontrara algo realmente nuevo, entonces es algo que, por definición, no se puede conocer de antemano. Bajo ningún aspecto, se puede decir hacia dónde se dirigirá cierto campo de investigación”.
Y agrega, respondiendo a la pregunta inconclusa del porqué me fui, porqué volví.
"Hay que aceptar lo inesperado e inquietante también".
martes, 8 de junio de 2010
Pressing on

Bueno, bueno. Ya estoy terminando la cuarta y última (qué miedo, aunque faltan las aprobaciones). Con algunas indigestiones, menos cabello y otras tantas psicosomatizaciones (incluyendo un acarreo macrista del viejo tiburón). Como ahora es cuestión de volver a decirse qué hago acá (homenaje a mi primo, seba, y, por consiguiente, del gato g.), pensé en un libro (acaso otra cosa?). Y en eso, algo muy lindo...
La parte maldita, G. Bataille
*repito imagen porque lo vale, estoy suspendido, a punto.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Se va la tercera
Borrador pero quedarán unas líneas.
Twelve monkeys y la conjetura mítica
Más que La jetée, el film de Gilliam pertenece al género ciencia ficción, en cuanto al símil que hace Eco respecto de la novela de anticipación: “el mundo posible es posible (y verosímil) precisamente porque las transformaciones que sufre no hacen sino completar las tendencias del mundo real”. En este sentido, el film francés se refiere a una devastación provocada por armas nucleares durante la Tercera Guerra Mundial. Muestra una amenaza, pero no la desarrolla. En Twelve monkeys, en cambio, la trama explica cómo es que se acaba el mundo, cuál es el origen de la catástrofe. El problema en cuestión remite al contexto en que emergieron tales películas. Mientras la primera era contemporánea a la Guerra Fría, la segunda ha superado dicha circunstancia y el peligro se enquista en los todos los sujetos en tanto agentes biológicos. Tal discurso parte de un cientificismo que, durante los ochenta y los noventa, divulgó con igual tono apocalíptico el VIH y la contaminación del medio ambiente. Respecto de este virus, que se nombra en el film y aparece como un prototipo de peste, el mal reside en nuestro cuerpo, todos somos potenciales víctimas y victimarios. El alcance de las amenazas de ambos films es global e incontenible. En Twelve monkeys no es evidente el motivo de la dispersión del virus, aunque se insinúan intereses corporativos. Por otro lado, el mundo a proyectar en La jetée es menos preciso para la trama. El film de Gilliam, en cambio, apela a la actualidad del espectador, dado que su estreno fue en 1995 y el fin del mundo pronosticado es para 1996. Por lo tanto, el grado de anticipación es más contemporáneo y contrastable con la realidad. Según Eco, dicha anticipación adopta siempre la forma de una conjetura. Por ello, dice de la ciencia ficción que es “una narrativa de la hipótesis”, que es un “juego científico”. A principios de los noventa, el discurso imperante es el de la ciencia, una ciencia que puede entender y controlar todo, desde la cantidad de los glóbulos rojos hasta la capa de ozono. La ciencia es dios. Bajo las conjeturas de esta palabra divina, cual las de Apolo que llegan a los oídos de Casandra, se nos muestra una profecía (hipótesis) cientificista del fin: un virus aniquila a los humanos. Claro está que el discurso científico carece de sentimientos. Necesita de otro tipo de explicaciones para sostener la hipótesis científica, puesto que adivinar el futuro no se halla entre las premisas de la ciencia. El pensamiento mítico, la explicación no racional, puede confirmar una conjetura científica. Butor se acerca a este cruce: “la ciencia ficción representa la forma normal de la mitología de nuestra época: una forma que no sólo es capaz de revelar temas profundamente nuevos, sino de incorporarse la totalidad de los temas de la literatura antigua”. El mito de la ciencia, o una ciencia mitologizada, es lo que expone Gilliam en Twelve monkeys. Precisamente, esto lo resume el conflicto entre el instituto psiquiátrico y Cole, mediado y resuelto por la doctora Railly. La referencia explícita a Casandra también es mediada. A priori, no se la toma como mito viviente, sino como mito explicado, diagnosticado como enfermedad: el complejo de Casandra. No es casual que en ambos mundos temporales (el futuro de donde viene Cole y el presente donde aterriza) quienes dominan y controlan el destino colectivo sean médicos, psiquiatras y científicos, ayudados por las fuerzas. La figura de Casandra tiene una reencarnación bipartita. El dúo Cole-Railly la conforman. Mientras que Cole, esclavo, es el que conoce el fin (el télos), oye los signos que le dan los científicos dioses y reconstruye la sucesión de los acontecimientos, Railly es quien en el presente interpreta las acciones del enviado y vuelve su locura, incomprensión, en un discurso creíble. La doctora, a su vez, guía las acciones de Cole y reconstruye la historia (para el espectador) de los otros enviados. A la hora de reordenar la narración para el público, es necesario de ambos, porque Cole descubre la verdad en el presente decadente, pero Railly lo reconfigura en un plano superior de narración, aquel que le llega al espectador. Con su investigación sobre el complejo de Casandra, ella logra vincular y darle un discurso lógico a la secuencia de Cole y los enviados anteriores y futuros.
En torno a la locura, entonces, gira lo explicable y lo mítico de la narración de Twelve monkeys. ¿Será por la proximidad temporal entre la ficción y el espectador que se recurre a la locura y la incomprensión, ese grado intermedio entre lo creíble y lo increíble? ¿Sentirá él, Gilliam, ser un profeta? Detrás de todo profeta, hay un dios. Detrás de todo narrador, hay un director. Detrás de una obra, hay una especulación de mundo. Platón oponía lógos a mythos debido a ser el segundo no verificable, por tanto falso. No obstante, no omitía su grado de utilidad. El mito produce un encantamiento ventajoso (καλὸς), tal como ocurre con aquel sobre el destino de las almas en Fedón (114d). Si es el lógos origen del pensamiento razonado, en consecuencia de la ciencia, su cruce con el mito-idea Casandra y su realización en mito-ficción en Twelve monkeys no delata el antagonismo, sino la complementación. Gilliam conjetura con razones científicas y alerta con la sensación del fin basada en hipótesis míticas.
martes, 4 de mayo de 2010
A la mierda
STEPHEN HAWKING: How to build a time machine
By STEPHEN HAWKING
Read more: http://www.dailymail.co.uk/home/moslive/article-1269288/STEPHEN-HAWKING-How-build-time-machine.html#ixzz0n0jaFK1r
viernes, 29 de enero de 2010
A perfect day for banana fish
"Do you like Sharon Lipschutz?" Sybil asked.
"Yes. Yes, I do," said the young man. "What I like particularly about her is that she never does anything mean to little dogs in the lobby of the hotel. That little toy bull that belongs to that lady from Canada, for instance. You probably won't believe this, but some little girls like to poke that little dog with balloon sticks. Sharon doesn't. She's never mean or unkind. That's why I like her so much."
Sybil was silent.
"I like to chew candles," she said finally.
"Who doesn't?" said the young man, getting his feet wet. "Wow! It's cold." He dropped the rubber float on its back. "No, wait just a second, Sybil. Wait'll we get out a little bit."
They waded out till the water was up to Sybil's waist. Then the young man picked her up and laid her down on her stomach on the float.
"Don't you ever wear a bathing cap or anything?" he asked.
"Don't let go," Sybil ordered. "You hold me, now."
"Miss Carpenter. Please. I know my business," the young man said. "You just keep your eyes open for any bananafish. This is a perfect day for bananafish."
"I don't see any," Sybil said.
"That's understandable. Their habits are very peculiar." He kept pushing the float. The water was not quite up to his chest. "They lead a very tragic life," he said. "You know what they do, Sybil?"
She shook her head.
"Well, they swim into a hole where there's a lot of bananas. They're very ordinary-looking fish when they swim in. But once they get in, they behave like pigs. Why, I've known some bananafish to swim into a banana hole and eat as many as seventy-eight bananas." He edged the float and its passenger a foot closer to the horizon. "Naturally, after that they're so fat they can't get out of the hole again. Can't fit through the door."
"Not too far out," Sybil said. "What happens to them?"
"What happens to who?"
"The bananafish."
"Oh, you mean after they eat so many bananas they can't get out of the banana hole?"
"Yes," said Sybil.
"Well, I hate to tell you, Sybil. They die."
"Why?" asked Sybil.
"Well, they get banana fever. It's a terrible disease."
"Here comes a wave," Sybil said nervously.
"We'll ignore it. We'll snub it," said the young man. "Two snobs." He took Sybil's ankles in his hands and pressed down and forward. The float nosed over the top of the wave. The water soaked Sybil's blond hair, but her scream was full of pleasure.
With her hand, when the float was level again, she wiped away a flat, wet band of hair from her eyes, and reported, "I just saw one."
"Saw what, my love?"
"A bananafish."
"My God, no!" said the young man. "Did he have any bananas in his mouth?"
"Yes," said Sybil. "Six."
jueves, 28 de enero de 2010
Repollos


De Marosa di Giorgio
Me acuerdo de los repollos acresponados, blancos -rosas
nieves de la tierra, de los huertos-, de marmolina, de la
porcelana más leve, los repollos con los niños dentro.
Y las altas acelgas azules.
Y el tomate, riñón de rubíes.
Y las cebollas envueltas en papel de seda, papel de fumar,
como bombas de azúcar, de sal, de alcohol.
Los espárragos gnomos, torrecillas del país de los gnomos.
Me acuerdo de las papas, a las que siempre plantábamos en
el medio un tulipán.
Y las víboras de largas alas anaranjadas.
Y el humo del tabaco de las luciérnagas, que fuman sin reposo.
Me acuerdo de la eternidad.
sábado, 7 de noviembre de 2009
No existe
Georges Bataille
martes, 3 de noviembre de 2009
Lévi-Strauss: Requiescat in pace
Y acaso, como lo hemos sugerido, convenga llegar aún más lejos, prescindiendo de todo sujeto para considerar que, de cierta manera, los mitos se piensan entre ellos. Pues aquí se trata de separar no tanto lo que hay en los mitos (sin estar asimismo en la conciencia de los hombres) como el sistema de los axiomas y postulados que definen el mejor código posible, capaz de dar una significación común a elaboraciones inconscientes debidas a mentalidades, sociedades y culturas elegidas entre las separadas por distancias mayores. Como los mitos reposan a su vez sobre códigos de segundo orden (pues los de primer orden son aquellos en que consiste el idioma), este libro ofrecería entonces el esbozo de un código de tercer grado, destinado a asegurar la traductibilidad recíproca de varios mitos. Tal es la razón de que no se ande errado al tenerlo por mito: en cierta forma el mito de la mitología.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Timorato. O el analfabeto político
Der schlimmste Analphabet ist der politische Analphabet. Er hört nicht, spricht nicht, und nimmt nicht an den politischen Ereignissen teil.
Er weiß nicht, daß die Kosten des Lebens, der Preis der Bohnen, des Fisches, des Mehls, der Miete, des Schuhes und des Medikamentes von politischen
Entscheidungen abhängen.
Der politische Analphabet ist so dumm, daß er stolz ist und sich in die Brust wirft um zu sagen, daß er Politik haßt.
Der Schwachsinnige weiß es nicht, daß aus seiner politischen Ignoranz die
Prostitution, der verlassene Minderjährige, der Räuber und der schlimmste von allen Verbrechern – der politische Betrüger, korrupt, Lakai der nationalen und
multinationalen Unternehmen resultieren.
El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas.
El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
domingo, 11 de octubre de 2009
Oremos
En este domingo victorioso, la Carta de Walter a los benjamines de Roma:
FRAGMENTO TEOLÓGICO-POLÍTICO[1]
Sólo el Mesías consuma [vollenden] todo acontecer histórico y, en este sentido, libera [erlösen] su remisión a lo mesiánico, la consuma, la crea. Por eso, nada histórico puede querer remitir por sí mismo a lo mesiánico. Por eso, el Reino de Dios no es el télos de la dýnamis histórica; no puede ser puesto como una meta [Ziel]. Visto históricamente, no es una meta, sino un fin [Ende]. Por eso, el orden de lo profano no puede ser constituido en el pensamiento del Reino de Dios. Y, por eso, la teocracia no tiene un sentido político, sino sólo uno religioso. Haber negado con tanta intensidad el sentido político de la teocracia es el mayor mérito del Espíritu de la Utopía de Bloch.
El orden de lo profano debe erigirse sobre la idea de la felicidad. La remisión de este orden a lo mesiánico es una de las enseñanzas esenciales de la filosofía de la historia. Y ella produce una concepción mística de la historia, cuyo problema puede explicarse en una imagen. Si el extremo de una flecha apunta a la meta en la cual se destaca la dýnamis de lo profano y el otro extremo apunta hacia la intensidad mesiánica, la búsqueda de la felicidad por parte de la humanidad libre intenta escapar de esa dirección mesiánica. Pero, así como una fuerza tiene la virtud de atraer por su trayecto a otra fuerza que va en dirección contraria, el orden profano también promueve la venida del Reino mesiánico. Lo profano no es, entonces, una categoría de ese Reino, pero sí una categoría, la más acertada, de su aproximación más discreta. Pues en la felicidad todo lo terrenal aspira a su ocaso, y sólo en la felicidad le está destinado hallar el ocaso –mientras la inmediata intensidad mesiánica del corazón, del interior del individuo humano, pase por la infelicidad, en el sentido del sufrimiento–. Con la restitutio in integrum espiritual[2], que introduce en la inmortalidad, se corresponde una mundana que conduce a la eternidad de un ocaso. Y el ritmo de lo mundano que discurre [vergehend] eternamente, de lo mundano que discurre en su totalidad, en su totalidad espacial pero también temporal, el ritmo de la naturaleza mesiánica, es la felicidad. Pues mesiánica es la naturaleza de su eterno y total acontecimiento discurrido [Vergängnis].
Aspirar a este acontecimiento discurrido, incluso, para aquellas fases del hombre que son naturaleza, es la tarea de la política mundial, cuyo método ha de llamarse nihilismo.
[1] Benjamin, Walter, Theologiches-politisches Fragment, en: Gesammelte Schriften, edición al cuidado de R. Tiedemann/H. Schweppenhäuser, Frankfurt/M., Suhrkamp, 1991, tomo II, 1, pp. 203-204. A diferencia de Adorno que lo fechaba en 1938, los editores sostienen que fue escrito entre 1920/21. El título fue puesto por el mismo Adorno.
[2] El término geistlich, aquí traducido por “espiritual”, debe distinguirse de geistig. Mientras el primero remite a lo religioso en oposición a lo profano, el segundo lo hace en oposición a lo material.
Walter Benjamin, Estética y Política, Editorial Las cuarenta.