Los tiempos y los “narradores” en Agamenón
En la construcción de la tragedia convergen distintos tiempos y narradores que disponen el escenario para que culmine la acción principal o la metabolé. Este entramado se compone por el contraste entre el pasado, el presente y el futuro de la obra. La figura de Casandra ya aparece como uno de los vectores que trae el pasado de Troya al presente del palacio de Agamenón. Su lógos mántico, además, trae al presente los acontecimientos futuros que marcan el destino de Orestes. Otro de los vectores a que llega desde Troya, como señala Gloria Ferrari (1997), es la antorcha, cuyo elemento constitutivo, el fuego, recorrerá toda la trilogía de distintas formas. En este punto, será preciso retomar el concepto de símbolo natural de Mary Douglas (1978) para proyectarlo, entre otras cuestiones, a la ceniza, las urnas y el olor de los cuerpos cremados. De este modo, se pondrán desarticular los recursos dramáticos que sirven a la configuración del tiempo en el relato del coro de ancianos y del heraldo en Agamenón.
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