miércoles, 30 de junio de 2010
Flying whaling horizon
Se hizo esperar, pero llegó. Licenciado al fin. Palabra nada bella y bastante degrada (especialmente por tanta carrera flash y masteres con fritas). Debería tener un nombre más piola. De hecho, preferiría algo más coloquial y simpático como troesma en letras. También sé que es mucho y por eso el vesre de maestro. Letrista suena más lindo, pero es algo de elite. Sin embargo, me gusta esa cosa de cirujano que anda de fondo. Aunque también está eso de escribir cocacola en las paredes. En fin, lo que importa es que siendo el mismo ya soy otro no tan alejado de lo que era y que, legitimación mediante, pareciera hacerme decir cosas importantes, aunque no siempre lo sean.
Gracias a todas las ballenas, orcas, delfines, morsas, focas y tantos otros tantos acuamamíferos por la interminable travesía puanera.
lunes, 28 de junio de 2010
Postales
Estas postales balleneras son para que me escriban cuando me vaya pa Berlín (3 de agosto). Antes podemos salir a festejar y despedirnos (que no tenga fecha de regreso no significa que no regrese, eh!). Quizás sean unas semanas o unos meses. Veremos cuánto duran los euros y cuánto extraño buenos aires (mejor dicho, mi vida por acá, a Macri no lo extraño).
En el entretanto, miro como un niño frente a discovery kids los partidos del mundial, las entrevistas, los programas que no son de fútbol pero hablan del mundial, los noticieros que repiten los goles, las repeticiones de los partidos, las conferencias de prensa, los resúmenes de las conferencias, todo todo. Como con la gripe A (dónde está, cuándo llega el fin del mundo?), volví a sentir la comunidad. Es decir, todos, aunque los que no quieran, saben algo, escuchan un rumor de jabulanis, un zumbido de vuvuzelas. Toditos mancumunados y conscientes que el destino (mediático) de la Argentina cambiará luego de este torneo. Todo un teatro de la realidad. Así como las guerras "sirvieron" (mejor digamos "pese" a las guerras) al avance técnico, tecnológico, científico en todas sus maneras y colores, los mundiales suelen ser campos de prueba y ejecución (acompañados por el consumismo) de los nuevos chiches. Sea High definition, sea televisión digital, sean pelotas jabulanis, sean cámaras increíbles (dónde queda la poesía desde los relentos de las imágenes?), sean los botines estelares que pesan lo que un telgopor. No vamos a retomar las comparaciones del fútbol como épica, la guerra y el fin del mundo. Nuestro lema es: "queremos más mundiales y menos guerras".
pd: muy frívolo el post no?
miércoles, 23 de junio de 2010
domingo, 20 de junio de 2010
Angina voraz
Esta semana de anginas se complicó escribir algo. El dolor me volvió loco. Encima estuve con un laburo nefasto. Tengo que corregir un texto no sólo ortográficamente, sino su contenido también. Y a eso sumarle propuestas didácticas. El desafío era tratar de enseñar algo sin ideas. No me tiraba un centro el texto. Y bue, lo que resultó fue una inmolación. En las preguntas didácticas revelé las falencias del manual para educación en cárceles. Qué guacho pija! Pero bueno era la única manera (algo entretenida) de hacer pensar al texto. Porque de por sí no decía nada. Entre esas cosas, copié dos poeas de Yo no fui.
Actividad II
Los siguientes poemas pertenecen a la Antología Yo no fui (2005), producto del taller que se realizó con privadas de la libertad del Centro Federal de Detención de Mujeres de Ezeiza (Unidad 31) en el marco del Programa Nacional de trabajo en Cárceles y Readaptación Social (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación).
Algo
Con tu mente
algo vendrá
algo que jamás, sacudió
tu conciencia
no importará
la tierra que te rodea
el árbol que te soporta
el agua que admitió
tu pureza
algo…
en tu mente
te sacudirá
Edda Bikker
------
El misterio impredecible
empieza
a develarse
sabiendo a dónde voy
abro la puerta
cada mañana
y salgo en libertad
los muros
son mis amigos
pero voy
más allá
porque la mente
llega a dónde
te voy a encontrar.
Sol
¿Qué le sugieren estos poemas? ¿Habría que pensar en una educación artística en contextos de encierro? ¿Cómo ello puede potenciar el aprendizaje y la formación de identidad?
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Escritorium cetaciis,
La República
lunes, 14 de junio de 2010
Bache
Baches. Definción o condición ontológica del tiempo. Grietas, cráteres. Bache. Che. El bache junta agüita, ese charquito que dura, unos días dura. Pero vuelve, como un lago, pequeño pero lago al fin. Y, pese a los gobiernos, en las calles reflorecen los baches, cual malezas, o como los quebrachos en el monte. El bache nunca deja de serlo. Para los vecinos, saben que siempre estuvo ahí. Y tape quien los tape (los candidatos pasan y puede ser más importante que la seguridad) los baches vuelven a estar donde siempre estuvieron. El ser del bache es amable. Nadie puede negar la simpatía que provoca. Tanto a los peatones que los saltan como a los conductores que los esquivan. Forma del paisaje y ya. El bache, lindo el bache. Sabemos, empero, que no podemos dejar que se reproduzcan como nómades. La vida sería un caos entonces. Será cuestión de enmendarlos, quizás de racionarlos. Pero ¿quién odia los baches? Vale la puteada. Vale. Pero también despiertan las ganas de nadarlos. De bucearlos. ¿Nos llevarán a otro mundo? "¿Qué hago acá?", se pregunta el bache. Y, por ende, a nosotros ¿qué querés que haga? "Bache sos" tira la mirada un sacudón. Bache, sí, podemos decirle. Es que siempre estás, como con ganas de tirarme y chapuzear. Aunque te tiremos toneladas de reboques, el bache está. Porque no es una cosa, ni un paisaje. Es una idea. El bache es una máquina de revelar vacíos. Como el sistema a cuerda de un reloj, los baches burbujean desde el querido recuerdo-presente. "¿Qué hacés acá?, glup, glup" el bache te devora. Muestra sus dientes, los miles taladros taktaktakt. Suave, suave, el bache remoja lo que se refleja. Apenas colores, pero los va amalgamando hasta que quede color charco. El bache, el bache. "Uy, ahí vienen a taparlo". Los vecinos aplauden. El bache se sigue riendo, porque sabe que está por hacerse en algún otro territorio del cuerpo.
domingo, 13 de junio de 2010
miércoles, 9 de junio de 2010
Ahora sí
A la espera de las correcciones...
Con este doble análisis, que tanto lo exige esta obra vanguardista, evidencia el estadio de autocrítica en el que se sumerge el arte (y la literatura) a principios del siglo XX. El análisis formalista preferiría el grado de autonomía (y, por ende, de pérdida del efecto social) que el arte fue adquiriendo en la sociedad burguesa, mientras que el materialista intenta recuperar las razones de tal autonomización. La autocrítica de Cinco metros de poemas no dialoga sólo con la autonomía del arte, sino que también se refiere a la mercantilización del objeto-libro (y de la vida moderna en general), a sus posibilidades materiales y de existencia, es decir, a la institución literatura. De la singular obra de Oquendo de Amat también surgen preguntas sobre el autor o el estatuto de obra. Aunque no se haya trabajado con el libro acordeón original, sino apenas con una fotocopia encuadernada, esto no imposibilita abordar Cinco metros de poemas. Seguramente, trabajar con el material original podría haber sugerido o profundizado los análisis recién expuestos. La soledad de la obra de Oquendo de Amat obliga a disparar sus relaciones con otros autores, con su biografía, con el contexto. Parte de la crítica prefirió seguir sus pasos por el exilio, forzando interpretaciones entre obra y autor. La crítica (académica) resucita, en una actividad casi arqueológica, una obra de la cual no se tiene un original, ni conforma un corpus amplio para sostener las lecturas. A partir de la construcción histórica-teórica de las vanguardias, este texto puede ingresar y empezar a dinamizar sentidos. Estas limitaciones, o imposibilidades, reales y hermenéuticas bien podrían cuestionar las taxonomías y los métodos de la academia. ¿Por dónde empezar a establecer relaciones? ¿Cuánto es necesario el original? ¿En qué medida la cataloguización por épocas, países o autor puede acordonar las lecturas? ¿La crítica no tiene sus propios intereses que no siempre son exhibidos en sus aplicaciones? ¿Hasta dónde el sistema académico de puntajes y citas y bibliografías nos acota la imaginación teórica? El abismo entre significado y significante o aquel que construye hipótesis causa-efecto parece apaciguarse con estas mediaciones (como todas) convencionales. Este análisis no es más que un producto de esos forzamientos críticos.
Con este doble análisis, que tanto lo exige esta obra vanguardista, evidencia el estadio de autocrítica en el que se sumerge el arte (y la literatura) a principios del siglo XX. El análisis formalista preferiría el grado de autonomía (y, por ende, de pérdida del efecto social) que el arte fue adquiriendo en la sociedad burguesa, mientras que el materialista intenta recuperar las razones de tal autonomización. La autocrítica de Cinco metros de poemas no dialoga sólo con la autonomía del arte, sino que también se refiere a la mercantilización del objeto-libro (y de la vida moderna en general), a sus posibilidades materiales y de existencia, es decir, a la institución literatura. De la singular obra de Oquendo de Amat también surgen preguntas sobre el autor o el estatuto de obra. Aunque no se haya trabajado con el libro acordeón original, sino apenas con una fotocopia encuadernada, esto no imposibilita abordar Cinco metros de poemas. Seguramente, trabajar con el material original podría haber sugerido o profundizado los análisis recién expuestos. La soledad de la obra de Oquendo de Amat obliga a disparar sus relaciones con otros autores, con su biografía, con el contexto. Parte de la crítica prefirió seguir sus pasos por el exilio, forzando interpretaciones entre obra y autor. La crítica (académica) resucita, en una actividad casi arqueológica, una obra de la cual no se tiene un original, ni conforma un corpus amplio para sostener las lecturas. A partir de la construcción histórica-teórica de las vanguardias, este texto puede ingresar y empezar a dinamizar sentidos. Estas limitaciones, o imposibilidades, reales y hermenéuticas bien podrían cuestionar las taxonomías y los métodos de la academia. ¿Por dónde empezar a establecer relaciones? ¿Cuánto es necesario el original? ¿En qué medida la cataloguización por épocas, países o autor puede acordonar las lecturas? ¿La crítica no tiene sus propios intereses que no siempre son exhibidos en sus aplicaciones? ¿Hasta dónde el sistema académico de puntajes y citas y bibliografías nos acota la imaginación teórica? El abismo entre significado y significante o aquel que construye hipótesis causa-efecto parece apaciguarse con estas mediaciones (como todas) convencionales. Este análisis no es más que un producto de esos forzamientos críticos.
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Escritorium cetaciis
martes, 8 de junio de 2010
Pressing on
*
Bueno, bueno. Ya estoy terminando la cuarta y última (qué miedo, aunque faltan las aprobaciones). Con algunas indigestiones, menos cabello y otras tantas psicosomatizaciones (incluyendo un acarreo macrista del viejo tiburón). Como ahora es cuestión de volver a decirse qué hago acá (homenaje a mi primo, seba, y, por consiguiente, del gato g.), pensé en un libro (acaso otra cosa?). Y en eso, algo muy lindo...
La parte maldita, G. Bataille
*repito imagen porque lo vale, estoy suspendido, a punto.
Bueno, bueno. Ya estoy terminando la cuarta y última (qué miedo, aunque faltan las aprobaciones). Con algunas indigestiones, menos cabello y otras tantas psicosomatizaciones (incluyendo un acarreo macrista del viejo tiburón). Como ahora es cuestión de volver a decirse qué hago acá (homenaje a mi primo, seba, y, por consiguiente, del gato g.), pensé en un libro (acaso otra cosa?). Y en eso, algo muy lindo...
Mientras escribía el libro en el que afirmaba que la energía no puede más que ser dilapidada, empleaba yo mismo mi energía, mi tiempo, en el trabajo: mi investigación respondía de manera fundamental al deseo de acrecentar la suma de bienes adquiridos por la humanidad. ¿Tendría que decir que bajo estas condiciones sólo podía atender, en algunos momentos, a la verdad de mi libro y no podía continuar con su escritura? Un libro que nadie espera, que no responde a ningún problema formulado, que el autor no habría escrito si hubiera seguido la lección al pie de la letra, esta es, finalmente, la singularidad que hoy le propongo al lector. Y, sin embargo, esto incita, desde el comienzo, a la desconfianza. Sería mejor no responder a ninguna expectativa y ofrecer justamente aquello que repele, lo que se ignora voluntariamente por falta de fuerza: este movimiento violento de una sorpresa repentina que revuelve y retira del reposo al espíritu: una suerte de osada inversión: la sustitución del estancamiento de las ideas aisladas, de los tercos problemas de una angustia que no qiso ver, por una dinámica en armonía con el mundo.
La parte maldita, G. Bataille
*repito imagen porque lo vale, estoy suspendido, a punto.
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Ballenas,
Visitando al Budda
domingo, 6 de junio de 2010
Marketing político
1 acelga = 1 dólar
No es lo mismo ir a la verdulería y pedir dos paquetes de acelgas que dos fajos de dólars.
Perón, que gran pera que gran fruta.
Aunque nos lleven la contra, la manzana y lo demás, será siempre la gran pera, nuestra fruta nacional.
acá el video completo de Ramiro Agujis
gracias her!
No es lo mismo ir a la verdulería y pedir dos paquetes de acelgas que dos fajos de dólars.
Perón, que gran pera que gran fruta.
Aunque nos lleven la contra, la manzana y lo demás, será siempre la gran pera, nuestra fruta nacional.
acá el video completo de Ramiro Agujis
gracias her!
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La interné
jueves, 3 de junio de 2010
Se va la última
Sin mucho gusto, empieza la última de cuatro. Fue un viejo final de latinoamericana 2. Aquí va...
¿Qué puede decirse de unas palabras y unos papeles acordoneados que materializan Cinco metros de poemas? ¿Representa una obra este solitario libro de Carlos Oquendo de Amat? ¿Qué figura de autor se reconstruye a partir de este poemario? Este poeta peruano publicó su único libro por la editorial Minerva, finalmente, en 1927 (1928 según algunas fuentes). Habría sido escrito con anterioridad entre los años 1923 y 1925. Si bien fue contemporáneo a Vallejo y Mariátegui, no hay rastros de que se hayan conocido personalmente ni cruzado cartas. No obstante, la crítica (académica) los incluye dentro del período de vanguardias latinoamericanas. ¿Es un lenguaje inmanente el de la ruptura con la tradición que lo encolumna con estos personajes o se debe sólo a la simultaneidad de la producción? De aceptarse cierta similitud, empero, su vanguardismo radica en distintas razones. Mariátegui, pese a plantear cierta estética e imaginario peruano, su ámbito es el político. Por su parte, la labor de Vallejo tiende a reflejar los ideales de Mariátegui, recreando un lenguaje peruano, cuya “empresa metafísica” reivindica el simbolismo propio del indígena y la nostalgia “de exilio”, “de ausencia”. Carlos Oquendo de Amat, en cambio, sin ser renombrado ni ser tan leído por sus contemporáneos –por lo menos como una figura relevante– escribe una obra, quizás, tanto más radical por ocuparse no sólo del lenguaje poético dominante y el nuevo, sino también por pensar el libro dentro de sus condiciones de producción y circulación. Esto se resume, además de su disposición en acordeón, en una frase desolada que suena como pequeño prefacio o manual de lectura: “Abra el libro como quien pela una fruta”.
¿Qué puede decirse de unas palabras y unos papeles acordoneados que materializan Cinco metros de poemas? ¿Representa una obra este solitario libro de Carlos Oquendo de Amat? ¿Qué figura de autor se reconstruye a partir de este poemario? Este poeta peruano publicó su único libro por la editorial Minerva, finalmente, en 1927 (1928 según algunas fuentes). Habría sido escrito con anterioridad entre los años 1923 y 1925. Si bien fue contemporáneo a Vallejo y Mariátegui, no hay rastros de que se hayan conocido personalmente ni cruzado cartas. No obstante, la crítica (académica) los incluye dentro del período de vanguardias latinoamericanas. ¿Es un lenguaje inmanente el de la ruptura con la tradición que lo encolumna con estos personajes o se debe sólo a la simultaneidad de la producción? De aceptarse cierta similitud, empero, su vanguardismo radica en distintas razones. Mariátegui, pese a plantear cierta estética e imaginario peruano, su ámbito es el político. Por su parte, la labor de Vallejo tiende a reflejar los ideales de Mariátegui, recreando un lenguaje peruano, cuya “empresa metafísica” reivindica el simbolismo propio del indígena y la nostalgia “de exilio”, “de ausencia”. Carlos Oquendo de Amat, en cambio, sin ser renombrado ni ser tan leído por sus contemporáneos –por lo menos como una figura relevante– escribe una obra, quizás, tanto más radical por ocuparse no sólo del lenguaje poético dominante y el nuevo, sino también por pensar el libro dentro de sus condiciones de producción y circulación. Esto se resume, además de su disposición en acordeón, en una frase desolada que suena como pequeño prefacio o manual de lectura: “Abra el libro como quien pela una fruta”.
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Escritorium cetaciis
martes, 1 de junio de 2010
Cada vez más cerca, cada vez más lejos
Estamos por... es la sintaxis que resumen este momento. Estamos por partir. Estamos por terminar. Estamos por llegar. Aclaro, el plural de la primera personas es porque todavía no me banco el yo, aunque sin duda se debe a que muchos de ustedes son parte de estos "arribos y partidas". En el entretanto, ya estamos casi por las 5000. Y se acerca el mundial! Barrilete cósmico!
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