viernes, 12 de marzo de 2010

Afrodita

He vuelto de las vacaciones y, como todo verano, algo de amor hay. En esta oportunidad, y creo que hay algo de vejez en esto, el amor es a un fantasma. Hace casi un siglo Horacio Quiroga escribía sobre el amor, la belleza y el cine (o sea, la locura). Ver "El espectro", "El vampiro" y "El puritano". En verdad, no sé si es vejez o, por el contrario, una maduración tardía de algo que se supone adolescente: enamorarme de un belleza de pantalla. Isabelle Carré. Ahora me vengo a enterar de su existencia, de su fama. Pero para mí fue un descubrimiento de verano, en el festival de cine de Pinamar. Le refuge (El refugio) se abría como una caja de música. Entonces, ella, drogada, a punto de morir, en el sanatorio, en el funeral de su amor, embarazada, en la playa, con miedo, sola, triste, desabrida, abandonada, asesina, siempre bella. Cómo no eramorarse de esta mujer. En esta foto de baile, ya embarazada, es el punto cúlmine de un personaje mórbido. Loca, sos irresistible.





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