Lamentable. La película "Paco", cuyo sentido se refiere tanto a la droga como al personaje que la protagoniza (Francisco), es triste. No adhiero a la interné como un lugar de puteadas y esas cosas. De hecho, prefiero hablar sobre las cosas que me interesan, que valoro. Y dejar lo feo (por no decir mierda) para el reciclaje. Tuve la fortuma (la mala) de ver "Paco" de Diego Rafecas. Y como era Festival, y también que se estrenaba, había actores y estaba este director. Este hombre se jactaba, pedía, que su film no fuese tomado como un documental (muy lejos, aunquee si la ven en Gringolandia lo toman como tal), ni que quería transmitir ningún mensaje más que el de las rehabilitaciones (sic). Pero enfatizó, sobre todo, que su preocupación era la de la "excelencia artística" (sic). Si esa era el fin, lo logró. Está muy bien filmada. Aunque, lamentable, su preocupación (podría decirse que la estética) se correspondía con el deseo de la industria cinematográfica internacional (?): muchas historias, muchos personajes con una historia en común, mucha miseria, un tema social, planos universales, mensajes políticos "neutros". Entiéndase neutro a pacifismo, medio ambiente, la pobreza, elementos a los que nadie "debería" oponerse formalmente; en esta película: el narcotráfico. Pero la cuestión es no sólo si tanta inversión (actores caros, locaciones caras, edición, etc) es derrochada, sino también en preguntarse si esta falsa preocupación por el tema paco lleva a neutralizarlo, a borrar sus razones históricas y su carácter realmente dramático. Es "Paco" el Slumdog millionaire argentino? Es la versión compremetida (falsa) de verano del 98 llevada al cine? Se puede querer hacer una película de excelencia artística tratando el paco como si fuera una novela romántica? Paco le roba a las consagradas (a veces sin merecerlo) Slumdog millionaire, Babel o LA crash. Tanto la estructura como la casualidad de la vida misma. O afanar, en criollo, algunas ideas de otras películas argentinas (el canto guaraní de Emme en El niño pez, para generar un exotismo, o el viaje africano de Historias extraordinarias, que hace ir de paseo al director y sus asistentes). A ver, todo está permitido, pero no será muy evidente? Además, según el dicho de Rafecas, parece que una película comprometida con el tema, o incluso un documental, no podrían filmarse con excelencia artística. Pero si entrar en esos vericuetos, lo más lamentable es que su verdadera preocupación sea guiarse por el preconcepto de excelencia artística que es, sin duda, lo que esperan los jurados del mundo cine. Poco importa el paco, ni que en los títulos de la película agradecieran a la asociación de madres del paco, como si eso bastara para el compromiso. Paco deja poco (para seguir con la inteligencia de Rafecas) y preocupa que, viviendo en este lugar del mundo, el tipo quiera convertirse en un director hollywoodense con la plata argentina. Un chupaortos de la industrial cultural.
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