lunes, 9 de agosto de 2010
Trampolín
Gracias Rita F.!!! Santiago K. el próximo va el tuyo.
Ando con poco tiempo y poca internet. Pero ando.
Breve. Un trampolín en el medio de un lago. A la orilla árboles. Detrás de los árboles la aurora. Cerca de la aurora Berlín. Estamos a unas horas de Berlín. Viviendo en una casa de verano para chicos, niños. Un lugar, un heim para la felicidad del verano. En estos días, escuché -ya no sé en qué lengua- la vida es como un verano. El lago tiene olas suaves, casi que ni son olas. Los niños saltan una y otra y otra vez. Salen del agua y saltan. ¿Cuánto habría que pagar por saltar de un trampolín en Bariloche?
Zas. Interrumpen mi blog ballenil. Acá la mesa de comandos es compartida. Se pierde un poco la trama. En el tango safari hay poco lugar para el silencio. Sólo en el lago, pero donde no llega la red. Por suerte. No me bancaría la quietud del lago interrumpida por los teclados.
Se renueva el silencio. Puedo ver el trampolín. Solito en el medio del lago. Una señal, pájaros no había. Había aurora que también se espajaba en el techo de la habitación. Todo parece ir para el mismo lado.
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