domingo, 22 de agosto de 2010

Sweet home


Puf. Hace rato que quería sentarme a bucear un rato. Berlín no llama a quedarse sentado en la pc muchas horas. La frase era "la vida es un verano". Si todos los veranos son así, la vida está llena de Berlín. Tardes de parque, picnic y cerveza. Asado aquí, bicicleta por allá. La noche se acuesta con la misma temperatura que la mañana. Dan ganas de caminar, de perderse, volver a encontrarse. Decidí no usar mapas más que antes de salir (google maps, las combinaciones de subte y tren). Por eso me perdí diez mil veces, unos cuantos subtes. Curtite la ciudad, era la idea. Perdiéndose es la única forma de re-conocer los rastros. Tanto es así que me quedé en bolas en la medianoche del martes, después de la milonga. Volví a gamba, una horita, pa la milonga otra vez. No se puede planear todo, le dije al ángel que salvo mi noche. Su rostro me decía que a ella no le hubiera pasado eso, y que, de pasarle (nunca nunca le hubiese pasado), no hubiese sabido cómo reaccionar. No está en su programación. Claro, yo también intento programarme al estilo alemán. Pero qué? Ver irse el tren y, en consecuencia, repensar qué toca hoy es un ejercicio sano. Allí, cuando no había más transporte hasta el próximo día, ese alma me prestó un colchón y unas tazas de café en su casa.
Domingo de verano. Domingo de vida. Pese a la amenaza meteorológica de que ayer era el último día de verano, hoy vuelve el sol, el calor no común para Berlín. Creo que toca fulbito, karaoke en bicicleta, terminar unos laburos. Después viene el reencuentro con la casa en la que nunca viví, pero que al verla sentí que ya la había vivido. Raro, no? Desde que llegué al portón, después cuando vi las dos ventanas enormes con vista a las vías del tren, cuarto piso. Siempre la pregunta por el tiempo. Cuánto nos acercamos a vivir un tiempo pictórico y no lineal? Ya viví ahí? Realmente ya estuve viviendo ahí? Posiblemente. También es pregunta por la semejanza. Qué idea de hábitat tiene el hombre? Ver la cueva, el rancho. Mejor dicho, confeccionar el cueva, armar el rancho. Con qué idea de cueva y rancho? Con la que recuerda de otra vista o con la que sienta a su imagen y semejanza? La imagen de su sentimiento de hogar? Qué de común hay en los habitantes de dicho hábitat? Como en la imagen del buzosnorkel y la ballena. La ballena también tiene ganas de hacer turismo por Buenos Aires, por Berlín?
Se me viene al recuerdo el vuelo a Frankfurt. Pasaron un documental de ballenas y cómo nuevas tecnologías podían sopapear una cámara en el lomo de la ballena. Ver cómo se mueven, cómo se conducen, el movimiento en el mar de las ballenas.

5 comentarios:

  1. ando dándole vueltas a mi viaje...
    me reto a mi misma por querer sentarme a planificar: a ver combinaciones de subtes de líneas que nunca olí, que nunca vi y mucho menos caminé.
    Puede ser que me pierda varias veces.

    beso, amigo.
    lula

    ResponderEliminar
  2. Se puede comentar si no me sale una poesia??

    Si hay algo que te envidio de estar en berlin es poder salir a andar en bici. Pero andar como andan los hombres en bici: con calza fucsia. ñ_ñ
    Envidio tambien una lista grande de otras cosas que no viene al caso comentar.

    ResponderEliminar
  3. Si sr! Me espera la gran manzana, sus calles llenas de gente, la noche estrellada y las Srtas de Avignon.

    ResponderEliminar
  4. damas first. lu: no puedo envidiar un lugar que no conozco. tampoco la del viaje porque estoy en eso. dejame penasr qué envidio.
    maurito: ya sabés que tenés que venir. berlín es un safari de bicicletas. cerraron un aeropuerto y lo dejaron para la gente. alguna vez soñaste con andar a las huampas por una pista de aterrizaje. berlín lo hace realidad. y otras tantas cosas también
    abrazooo

    ResponderEliminar