viernes, 23 de abril de 2010

La prehistoria youtube

Ya no hay más pensamiento mítico. Si hay algo que caracteriza al origen, es precisamente su carácter inhallable. Su lado especular -entendámosnos, el bigbang, el génesis, troya, gilgamesh- son formas de explicar algún origen. La prehistoria, ciencia parida por el iluminismo, se justifica en su estado de "pre" por carecer de documentos escritos. Todo lo que siguió estuvo escrito. Por ende, con esa confianza que supone la palabra, se puede datar, analizar y blabla. Ahora bien, escritos ancestrales poco dan cuenta de datos cuanto de imaginaciones, de pensamiento mítico. Más venido para nosotros, los historiadores y coleccionistas, o el Estado que necesita de su justificación histórica, han juntado sus banderas, diarios, constituciones, incunables digamos. Youtube dio a conocer su primer video subido. En este mundo de grabaciones resultaba extraño suponer un primero, aunque -es obvio, dada la tecnología de datos- era fácilmente rastreable. Hoy publicaron el primer hijo de youtube. Que, naturalmente, se perdió en el maremoto de videos que le siguieron. Más allá de la prehistoria documentada, la fantasía de un primer video inhallable (de qué trataría, nos podríamos preguntar, cómo sería), este primer origen habla también de nosotros mismos. Qué fraglidad, qué sinceridad la del pibe mostrando su paseo por el zoo. Después todo lo que sabemos, esa postura, esa timidez ante la cámara desapareció por el mismo desafío que genera la imagen tecnológica. Las mutaciones y copias gestuales, fraseológicas, corporales. Cada video fue desafiando a los otros y llegaron a crear lo que es youtube hoy: la catapulta del estrellato anónimo (y el contagio de conductas).
Y por culpa de Lou Reed nunca voy a poder pasear por un zoológico sin pensar en este tema.

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